Mis recuerdos son para rememorar aquellos dias de Semana Santa, en mi calidad de preadolescente y a la vez criado en un ambiente familiar cristiano católico. Estamos hablando hacia fines de la década del 50. No puedo negar que los tiempos han cambiado, como también las costumbres, los estilos de vida de cada cual, en fin. Pero me he dado cuenta que mientras mantengo contacto con gente más joven que yo siempre hay alguien que recuerda o que le han contado cómo se vivía la Semana Santa hasta hace unos treinta años atrás.
Bueno, para empezar el jueves era el día en que se preparaba todo, como por ejemplo hacer las compras del almacén, tener el pan y dejar todo listo, con tal de no hacer nada más que lo estrictamente necesario para el día siguiente. En mi barrio donde vivía con mi abuela materna, la feria libre que se colocaba habitualmente los dias viernes, esta vez se instalaba los dias jueves en la tarde, esto era normal todos los años, con el fin de que el público consumidor se abasteciera antes y aprovechara de hacer las compras de frutas y verduras para la semana, además de comprar pescados y mariscos. Durante la noche empezaba el recogimiento espiritual y al otro día era un profundo respeto, en la cual no se podía jugar, ni correr, ni hablar fuerte y ni menos aún andar cantando. Claro, algunas de las radios que habían silenciaban sus emisiones, otras tocaban música sacra y las menos tocaban música orquestada. Esto lo podía oir en casas de vecinos porque en casa de mi abuela no se encendía la radio, para entretenerme tenía que tomar cualquier libro de lectura y leer, porque tampoco podía leer revistas de aventuras o de historietas.
Durante el día, las labores cotidianas de un hogar se veían afectadas, no se podía tomar alguna herramienta para un trabajo en casa, no se tomaba la escoba para barrer, no se regaban plantas, para el almuerzo se preparaba lo esencial para servir, el resto estaba preparado de antes, Obviamente que toda la loza ocupada se lavaba como de costumbre, pero no se hacía ningún otro trabajo en casa, como por ejemplo lavar ropa o planchar. Un amigo mío en la actualidad me contaba que en casa de sus abuelos no podían cortar leña con el hacha.
Era obligado también para estas fechas asistir al cine y ver películas de la Pasión de Cristo, en los cines habían largas colas para entrar a ver alguna película relativa a Semana Santa, algunas con un sonido espantoso, otras que se proyectaban estaban cortadas, se notaban los cortes entre las escenas.
El día Viernes era muy especial, de mucho silencio, prácticamente había que andar con mucho cuidado, porque de la abuela muy vigilante ella, me podría llegar un "coscacho" o un coscorrón por porfiado, como todo niño juguetón, travieso y revoltoso.
El día sábado ya era un día un poco más normal, digo un poco porque igual había que mantener el respeto, las radios cambiaban paulatinamente después del medio día sus programaciones y volvían a la normalidad sólo con música orquestada. Yo ya podía jugar con mis amigos o buscar mis entretenciones de niño.
El día domingo ya era normal en todo sentido, no habían restricciones de ningún tipo, las radios ya tenían su programación habitual y la vida transcurría con todo el quehacer diario.
No pretendo en modo alguno de hacer comparaciones, sólo escribo estas breves líneas para relatar lo que se hacía antes o la forma en que vivíamos, muy distante a nuestros días.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Amigo manolo , otros tiempos , otra forma de vivir , otros "sentimientos" , alguna vez se decía todo tiempo pasado fué mejor y es muy cierto , pues el mundo como avanza hoy da miedo , estamos ad portas de cualquier tragedia y ni cuenta nos vamos a dar . Siempre recuerdo aquellos años de Semana Santa , con recogimiento y tranquilidad , sentimiento de verdad ......
un abrazo estimado manolo .
Publicar un comentario